Han pasado ya 5 años desde que decidimos intentar soltar el sueño de la maternidad.

A mí me cambió la vida, desde entonces tengo más miedos, aunque los voy superando despacito.

Me creó complejos que antes nunca tuve, por ejemplo, salir los domingos o festivos a la calle sola, o incluso con mi marido. ¡Creía que a todo el mundo le iba a dar pena!

Esto último lo he conseguido superar, menos mal!

Estaba mucho más susceptible con cualquier comentario, me parecían todos hirientes.

También eso lo voy superando, aunque algún día aún surgen.

No menos importante fue el abandono de mis 4 super-amigas.  

Se alejaron cuando yo más las necesitaba, sufrí muchísimo.

He aprendido a no sufrir, y ahora soy yo la que no quiero retomar la relación con ellas, aunque me lo están pidiendo, sus hijos se han hecho mayores y ahora me reclaman, pero yo me he montado otra vida sin ellas.

Intento que no parezca un dramón, sobre todo por mi beneficio.

Llevo haciendo terapia desde hace años.

Las partes buenas de este duro proceso, son estás: la unión y la fuerza con mi amor Juan. Seguimos juntos, esto es muy importante, aunque antes no lo reconocía, ahora sí.

Disfrutamos más que nunca, viajando, pasando tiempo con mis sobrinos, disfrutando a tope. También tiempo para cuidarme y mimarme, porque me había descuidado mucho, con la alimentación y así…

Ahora cuido mi dieta, hago deporte. Estoy apuntada a un curso de baile de danzas afrobrasileñas. He conocido gente, estoy estudiando inglés para poder defenderme, cuando salimos de viaje. Este verano toca Islandia.

En el trabajo no he dejado de disfrutar con mis alumnos.

Por todo ello creo que soy afortunada.

Muchas gracias y un abrazo.

Ana