Mi historia es breve.

Quise ser madre en un momento de mi vida, después de decidir si quería serlo o no. Porque nunca tuve un sentimiento claro de querer serlo ¿sentimiento de maternidad o mandato de la sociedad?

Pero parece que la vida te va llevando por el cauce del rió por donde todos van y llega el momento y el deseo.

Lo intentamos de forma natural durante un tiempo sin ningún éxito porque no me quedaba embarazada.

Luego pasamos a realizar inseminaciones artificiales.

Pasado un tiempo sin éxito llegó el momento de realizar FIV.

Pero en mi interior había algo que me decía que si no podía ser madre, no pasaba nada y la vida continuaba y que lo más importante éramos nosotros como pareja, y yo misma, como cuerpo que se expone a los tratamientos.

Por circunstancias de la vida no llegué a realizarme ningún FIV, y hoy es el día que no me arrepiento.

Todo esto sucedía en el más profundo de los silencios y con discreción absoluta.

En la intimidad de nosotros como pareja.

Sumidos en el sufrimiento pero que tampoco nos impedía seguir con nuestras vidas así que la vida continuaba y todo mi entorno amigas, familia, compañeras de trabajo…. se iban quedando embarazadas mientras yo con mi traje de hojalata ocultaba mis sentimientos diciendo que no quería tener hijos.

No quería ser la pobrecita y sobre todo no quería escuchar comentarios de compasión, ya había escuchado muchos comentarios y me sobraban. Así que a escudarse.

De esto ya hace tiempo, voy a hacer 48 años y todo esto sucedía cuando tenia 32 años, por ahí por el 2005.

Iba tarde porque no quería ser madre pasados los 35, al final se alargó y en el 2010 decidí abandonar el sueño de ser madre, se acabó.

Pero ese sueño, me seguía haciendo daño porque seguía soñando con esa vida con hijos que no tenía, aunque ya había renunciado a ella.

Dentro de mi había una fuerza que me decía que tenía que sacar todo ese sufrimiento hacia afuera, si no tarde o temprano me pasaría factura.

Estaba pasando un duelo que realmente desconocía.

Pasaban los años intentando ser fuerte pero siempre acababa buceando por la red buscando respuestas a mis preguntas.

Buscando mujeres en la misma situación buscando, buscando y buscando…. y al final encontré la web de Gloria por el 2018, y en el 2020 en pleno confinamiento, me decidí a escribir a Gloria.

Y hoy aquí estoy contando mi historia, que muy muy poca gente conoce, porque yo lo decidí así.

He empezado a contar mi historia gracias al taller online que realice con Gloria y otras mujeres que ahora forman parte de mi vida.

Y de ahí he dado el salto y lo he contado a alguna amiga. Voy poco a poco, pero voy dando pasos que es lo importante.

Maialen