En el año 2003, fui al ginecólogo por sangrados abundantes y dolorosos en mi menstruación.

Después de estudios médicos se me detectaron fibromas  grandes.

Me operaron meses después.

5 años después volvieron a aparecer los fibromas.

El médico determinó que por ese problema más la edad de 40 años, me imposibilitaba embarazarme.

Me hicieron una histerectomía parcial.

Pasé una depresión por más de 2 años. Gracias a Dios, y a un grupo de apoyo en la web, las amistades y mi familia, pude ir superando este dolor.

Años después, participando en un grupo de apoyo en mi país, Panamá, aprendí que: no estaba sola y debía contar con mis bendiciones: salud, familia, amigos, empleo, cualidades y pasatiempos personales.

¿Ahora?

Después de 15 años de conocer mi problema de fibromas, he podido replantearme este hecho: Si mis deseos de tener hijos se debía a la presión social-familiar de tener una familia propia. 

En la actualidad, soy una mujer, amiga, hermana, tía, prima, sobrina y profesional. 

Finalmente, a nadie le debo demostrar que soy un ser completo con o sin hijos.