Lo mío ha sido un proceso del transformación, de reinvención y de dar forma.
De crear, de reutilizar, de deshacerme en arcilla y barro y convertirme en mi misma, con bonitos colores y
con grandes esperanzas…
¿Versión mejorada?
No exactamente, podemos decir versión adaptada a mis circunstancias.
A mi realidad. Las circunstancias.
Así fue.
Siempre me dijeron qué sola no tuviera hijos, que daban mucha faena.
Qué no era obligatorio.
De pequeña quería ser maestra, no quería tener hijos.
Mi experiencia como hija no fue agradable.
No quería repetirlo.
Pasaron los años, de una adolescencia complicada a la edad adulta, varias parejas.
Mucha inestabilidad. De todo tipo, emocional, económica, social.
Cuando quise darme cuenta y encontré algo de equilibrio emocional y económica, fue
cuando decidí que ya era hora de tener hijos.
Me rondaba hacía años el deseo y no veía el momento. Mi ginecóloga, a la que visitaba por molestias, dolores menstruales, dolores internos que afectaban mis relaciones sexuales… me estuvo diciendo, durante años, que todo estaba perfecto.
Cuando cambié de CAP ( centro de asistencia primaria) la nueva ginecóloga me dijo que ya era muy tarde, no podía tener hijos sin ayuda médica y reproducción asistida,
Tenía endometriosis… era demasiado mayor.
No pasa nada, son las circunstancias me dije, no nos extinguiremos por esto, pensé
también.
Y pasaron más años, hasta que algo hizo de detonante, murió mi gata. Tuve un gran dolor.
Fue entonces cuando todo mi mundo, mi vida, mis emociones, se derrumbaron… creí enloquecer.
Inicié una búsqueda, leí el libro “No madres” de Maria Fernandez-Miranda, busque en redes, en
Google, en Facebook . Buscaba sobre la soledad, la no maternidad, la ausencia de familia, el
deseo de ser madre, sobre el sentido de la vida, de la pareja, sobre la vida sin hijos…
Y encontré a Gloria Labay, su Grupo de Ayuda Mutua, donde leímos a Jody Day con su libro Living the unexpected life
Aprendí a “Soltar el deseo” , en el Taller Conectando en tribu”.
Asistí a terapia psicológica y con ello, pude gestionar todo este dolor.
Así que ahora aquí estoy, contando mi historia, solo espero con esto, poder ayudar a otras
mujeres en el mismo proceso.
Un abrazo muy grande a todas, qué si estáis leyendo esto, es que estáis en el duelo de la No maternidad y estáis en proceso de reconstruir vuestras
vidas, espero veros en la Tribu.
Maya
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